En Laudio, a 17 de octubre de 2017. EH Bildu vuelve a mostrar su peor cara. En esta ocasión con el proyecto de tasas e impuestos formulado de cara al año 2018.

Un proyecto cerrado, sin oportunidad de que los grupos de la oposición puedan debatir o presentar aportaciones. EH Bildu, escudándose en el clima de política municipal actual -que el mismo ha propiciado con su inmovilismo y su falta de escucha-, ha blindado el proyecto que se llevará a pleno ordinario el último lunes de este mes de octubre.

Una actitud irreverente e irrespetuosa con la oposición, que enquista aún más si cabe la gestión municipal, esta vez, en el ámbito contributivo.

Entre otros aspectos, EH Bildu propone en el anteproyecto de ordenanzas fiscales, el mantenimiento y congelación de tasas, precios públicos e impuestos municipales. Pero lo que la coalición no explica es que, negando el debate y las aportaciones y prorrogando las ordenanzas fiscales para el 2018, deja en evidencia una gestión ineficaz de los recursos públicos y una falta de previsión a futuro.

Todo ello se resume de la siguiente manera: congelando impuestos como los del servicio de aguas o el del servicio de recogida de residuos, lo que EH Bildu consigue es dilatar el problema, hacer oídos sordos a las directrices europeas y a la normativa fiscal de obligado cumplimiento (como el Principio de Prudencia Fiscal) que estipulan que:

-       Los servicios públicos no deben de ser deficitarios.

-       Los costes deben ser asumidos paulatinamente por la ciudadanía.

Lo ideal sería que se realizara un estudio sobre el impacto económico que acarrearía una prórroga, pero el resultado dejaría en evidencia el hastío e inmovilismo que EH Bildu muestra en su gestión municipal.

Una prórroga que se podría resumir en el manido dicho de “pan para hoy, hambre para mañana”, ya que, paralizar la recaudación municipal, sólo repercutirá negativamente en legislaturas venideras. Legislaturas que, obligatoriamente deberán incrementar significativamente la recaudación: un incremento no gradual y severamente abrupto que los contribuyentes deberán hacer frente. Lo que coloquialmente se conoce como “un sablazo” en toda regla que podría haberse evitado con una gestión eficaz y eficiente y que EH Bildu no piensa acometer.

 EAJ-PNV de Laudio no está dispuesto a ello: votará en contra de un proyecto de ordenanzas fiscales cerrado, que hipoteca el futuro de los/las contribuyentes y que congela una de las principales fuentes de ingresos que permitirían optimizar dichas prestaciones y garantizar un pueblo mejor, para todos y todas: un Laudio mejor.