“Garoña nos tendrá siempre enfrente y trabajaremos e impulsaremos todas aquellas iniciativas dirigidas a frenar la reapertura de esta central nuclear”. El grupo parlamentario de EAJ-PNV cree que las instituciones vascas deben analizar todas las posibilidades a su alcance para impedir que Garoña vuelva a funcionar, y en este sentido, ha respaldado la legitimidad que tiene el Parlamento Vasco para recurrir el informe del Consejo de Seguridad Nuclear favorable a la reapertura. “Tenemos que utilizar todas las vías, las jurídicas y las administrativas, para cerrar de una vez y para siempre Garoña. Como Parlamento así lo haremos”.

EAJ-PNV ha votado a favor de una iniciativa para que la Cámara Vasca interponga recurso a la resolución del CSN,  emitida en febrero de este año, que posibilita la reapertura de la planta burgalesa. En ese texto, respaldado por todos los grupos menos el PP, se advierte además de que si el Ministerio de Energía da luz verde al dictamen del CSN autorizando la reapertura, el Parlamento de Gasteiz interpondrá un recurso. “Sabemos que en el Ministerio se han dado de plazo hasta agosto para decidir si el Gobierno autoriza a Nuclenor a volver a conectar la planta a la red. Valoramos la postura contraria a la reactivación expresada por Iberdrola, pero somos conscientes de que hay una decisión política que tomar y eso le corresponde al Gobierno del PP. El papel del Ministerio será crucial. Garoña tiene que cerrarse no por las cuestiones económicas que han expresado las eléctricas, sino porque es peligrosa, obsoleta y su tiempo de vida ha expirado”. Ramírez- Escudero ha vuelto a reclamar al estado que escuche el clamor mayoritario de la sociedad vasca y alavesa y proceda a su cierre. Hace unos días, ha recordado, miles de personas respondieron a una marcha de la plataforma Araba sin Garoña.

“Una movilización más para exigir el no político a una central nuclear que ha sobrepasado ya su vida útil. Garoña está amortizada y es un riesgo real para la seguridad de cuantos vivimos a su alrededor”. EAJ-PNV ha pedido a todas las partes implicadas que actúen desde la responsabilidad y la rigurosidad y piensen siempre “que lo que realmente está en juego es la seguridad de todas aquellas personas que podrían verse afectadas por el accidente nuclear”.

Aunque hoy pudiera parecer que el cierre de Garoña está más cerca, ha concluido Escudero, ni las instituciones, ni los partidos, ni la ciudadanía debemos quedarnos de brazos cruzados. En este sentido, ha abogado por activar todas aquellas iniciativas legales, jurídicas y pacíficas que busquen la clausura definitiva de la planta.