En Laudio, a 3 de agosto de 2017. Hombres y mujeres de ideologías, sensibilidades e identidades diversas; cerca de 14.000 voluntarios y voluntarias perpetrados única y exclusivamente de lo que sus inmensas ganas de luchar por la libertad les permitían. Ellos y ellas fueron los precursores de una resistencia obstinada por instaurar unos valores basados en la convivencia, la paz y la libertad, y que hoy en día siguen vigentes… en gran medida por su lucha.

Corrían los años 1936-1937, en plena ebullición de la Guerra Civil, y las tropas golpistas seguían empecinados en adentrarse en Bilbao y sus alrededores, bastión de la República, y hervidero de la lucha nacionalista, socialista, comunista, republicana y anarquista en la zona norte.

De aquella ansia por la libertad y siguiendo indicaciones del Lehendakari Aguirre se levantó el “Cinturón de Hierro”, la línea defensiva en forma de herradura y de unos 80 kilómetros de longitud que cubría varias poblaciones vizcaínas y Laudio.

Un cinturón defensivo que el 12 de junio de 1937 las tropas franquistas rompieron después de que el impulsor de la obra, Alejandro Goicoechea Omar, entregara los planos del sistema fortificado al bando golpista, permitiendo así que las tropas lideradas por Francisco Franco entraran en Bilbao.

Pero el ansia de destrucción y profanación, y la sinrazón del bando sublevado, no consiguió arrebatar parte de aquel entramado de fortificaciones espectaculares. De la línea defensiva compuesta por más de 300 elementos como trincheras, alambradas, fortines o refugios, repartidos por 33 municipios, hoy en día se conservar varios en 25 localidades diferentes. Y Laudio, más concretamente las inmediaciones de Ermualde guardan entre sus laderas, un vestigio de aquel tesoro histórico.

El pasado 28 de julio, Gobierno Vasco, el Instituto Gogora, las Diputaciones de Bizkaia y Araba y los 33 municipios por donde atravesaba el “Cinturón de Hierro”, presentaron el proyecto para declarar la fortificación en forma de herradura como Patrimonio Cultural Vasco, y convertirlo de este modo en un Itinerario de la Memoria Democrática de Euskadi.

PROTOCOLO DE ACTUACIÓN

El proyecto se orientará mediante el siguiente protocolo de actuación:

El Gobierno Vasco, a través del Departamento de Cultura y Política Lingüística, se ocupará de proteger los elementos del “Cinturón de Hierro”, mediante los mecanismos previstos en la Ley de Patrimonio Cultural Vasco.

Las diputaciones se encargarán de la  consolidación de los elementos del Cinturón de Hierro y los  ayuntamientos se ocuparán del mantenimiento del buen estado del  entorno de los elementos identificados. 

Finalmente, el Instituto Gogora coordinará el proyecto, elaborará  un discurso de "unidad democrática" y diseñará una señalética con una  imagen unificada que explique el significado de la fortificación.

El proyecto de conservación del “Cinturón de Hierro” ya ha echado a andar. Conservarlo y convertirlo en un elemento clave para recuperación de la memoria colectiva y rendir un merecido homenaje a aquellos luchadores y luchadoras que hicieron frente a la amenaza de la guerra, el totalitarismo y la violencia es más que necesario. Necesario e indispensable, tanto como dar las gracias a ellos y ellas, que no desistieron y se alzaron ante la barbarie y sembraron la semilla de la democracia en Euskadi.