Desde que en marzo del 2020 se declarara primero la Emergencia Sanitaria, por parte del Gobierno Vasco y, posteriormente, el Gobierno español hiciera lo propio con el Estado de Alarma, el equipo de Gobierno de Laudio, bajo la alcaldía del jeltzale Ander Añibarro, se ha visto obligada a fijar y cumplir numerosas limitaciones y medidas con el objetivo de frenar la expansión de la pandemia mundial producida por el COVID-19.

Estas medias han afectado a numerosos ámbitos municipales, pero ha incidido, de manera especial, en el sector cultura. Ya que a pesar de diseñar y organizar actos, eventos y celebraciones en Laudio han tenido que ser suspendidos por responsabilidad y protección a la ciudadanía. Por esto, todos aquellos encuentros populares susceptibles de generar aglomeraciones o reunir a numerosas personas han sido cancelados durante los últimos meses como el caso del Viernes de Dolores, los sanroques, el Olentzero, Reyes Magos y, en el 2021, también San Blas y los carnavales.

Se trata de decisiones muy difíciles tal y como han comunicado en numerosas ocasiones las y los concejales de EAJ-PNV en el Ayuntamiento de Laudio, pero no hay otra opción que sacrificar durante un periodo de tiempo las celebraciones, y el enorme esfuerzo que conlleva la organización y puesta en marcha de las mismas, para poder superar esta crisis sanitaria y volver, se espera, lo antes posible a la `normalidad´ a la que estábamos acostumbrados antes de la pandemia.

Escasez de espacios municipales

Durante las últimas semanas, tanto el propio alcalde, como el resto de los concejales y concejalas del equipo de Gobierno han ofrecido explicaciones sobre la dificultad que presenta la búsqueda de espacios para ceder a las organizaciones y entidades culturales, una situación que se ha visto agravada por la evolución negativa de la pandemia. “Los locales públicos actuales impiden ofrecer los cursos con la seguridad necesaria y a esta situación se ha unido el cierre de la Casa de Cultura, al menos hasta 2023, cuando concluyan las obras de remodelación”. Desde el Ayuntamiento se están buscando espacios alternativos, pero “es muy difícil", incluso en junio pasado hubo que cerrar el antiguo edificio consistorial debido a su mal estado.

En Laudio es conocida la falta de espacios municipales, lo que hace imprescindible un uso compartido que ya está recogido en la nueva ordenanza de estos espacios, aprobada el mes pasado por el pleno. En estas condiciones, "muchas veces, son los propios grupos culturales los que rechazan volver a la actividad porque todo el mundo tiene miedo a que haya un brote". En esta misma línea, Ander Añibarro ha mostrado su enorme preocupación por la situación sanitaria por la que atraviesa el municipio estos momentos, a puertas de entrar en fase roja según los datos de Osakidetza, lo que supondría el cierre de toda la actividad hostelera en el municipio, entre otras medidas, por lo que "sería muy irresponsable por mi parte poner en peligro a los vecinos y vecinas, por lo que vamos a seguir cumpliendo escrupulosamente las medidas y limitaciones que vienen fijadas por parte de Gobierno Vaso a través de los departamentos de Salud y Seguridad".

La también jeltzale y concejala de Cultura, Maite Cortazar, en relación con la cesión de espacios a grupos y agentes culturales, ha insistido, una vez más, que "la situación es complicada", dado que en las condiciones actuales no es posible utilizar el edificio del Parque Lamuza. La segunda fase de las obras renovará el interior, tras la remodelación completa del exterior y el plazo que se maneja es "definir los usos y licitar para que en 2022 se hagan las obras". Mientras tanto, desde el Área de Cultura, “se mantiene un contacto permanente con Kultur Zaleak, el grupo heredero de SOS Lamuza Parkea, y Kulturkon, a la vez que se continúa con la adjudicación de los cursos culturales para que se puedan desarrollar de forma segura bien de manera presencial, cuando sea posible, o telemática”.